Viajar en grupo es algo que todos hemos hecho o querido hacer alguna vez. Aparentemente, la idea es atractiva desde el primer momento: un destino lejano, tiempo libre, momentos con personas a las que quieres o con quienes sueles pasar un buen rato…
Pero viajar supone también convivir, aunque sea por un período más breve de tiempo y en la convivencia es donde suelen surgir los problemas, las discusiones y malentendidos. Hay vínculos que gracias a la convivencia logran reforzarse, mientras que otros, sin embargo, acaban rompiéndose y si te he visto no me acuerdo.
El objetivo de este post es ofrecerte algunos consejos para que viajar en grupo sea lo más llevadero posible y, al mismo tiempo, darte algunos trucos que te ayuden a tomar las mejores decisiones antes de emprender un viaje con amigos.
Tabla de contenidos
Elige bien la compañía
Seamos realistas: ¿cuántas personas conoces, amigos de toda la vida, que después de compartir piso se han dejado de hablar? Y ¿qué me dices de aquellos que han decidido montar un negocio juntos y después de un tiempo, y casi siempre por motivos de dinero, han roto la amistad de forma definitiva?
Quizás te parezca tremendista, pero yo he conocido personas cuya amistad se ha roto después de compartir un viaje. En este contexto, ocurre como en todos los anteriores nombrados: hay cosas que es mejor no mezclar.
Es importante ser consciente de quién eres, quién o quienes son los demás y tener en cuenta que cada uno es distinto. Estoy segura de que cuando piensas en una actividad que te apetece hacer en compañía, sabes qué persona es la más adecuada para realizarla: no le pedirás ir de compras a tu amigo que no ve sentido a la moda, al igual que te aburriría ir con alguien a un partido de fútbol si odias este deporte. Ni tu disfrutarás, ni tu amigo lo hará.
Con quién viajar
Para poder escoger a las personas que te acompañarán en tu viaje, te aconsejo intentar evaluar de antemano las expectativas y el objetivo de tu viaje.
En ocasiones deseamos que sea un viaje inolvidable, que volvamos con la mochila cargada de experiencias e interacción con la cultura del destino. Otras veces simplemente queremos pasarlo bien, divertirnos. Como te decía antes, no es lo mismo ir a ver un partido de fútbol con el amigo que lo odia que con aquel al que le encanta. Utiliza, por tanto, el mismo criterio para elegir a tus acompañantes.
Si tú quieres ir a Grecia para conocer el país desde una perspectiva más profunda y cultural, y tu amiga quiere ir puramente para salir de fiesta, lo mejor es que busques a otra persona o vayas en solitario, antes de generar un problema entre las dos.
Otros criterios para elegir correctamente
A la hora de viajar en grupo y elegir la compañía, es necesario tener en cuenta varios aspectos:
El destino
¿A dónde planeas viajar? Destinos de sol y playa, montaña, aventura, grandes ciudades… Las preferencias de cada persona van a determinar el lugar elegido. Organizar un viaje en grupo normalmente crea diferencias a la hora de elegir el sitio, o puede incluso que lo tengas ya decidido y quien se incorpora quiera cambiarlo.
Si eres el «promotor» del viaje te aconsejo que dejes claras tus preferencias desde el principio, invitando al que desee a participar del mismo. ¡Importante! Cuidado a quién invitas. Si quieres ir a un destino de naturaleza que supone caminar bastante, mejor evitar a ese amigo al que le encanta quejarse cada vez que puede, porque te amargará.
Tipo de viaje
Determinar el estilo del viaje también es un factor importante: hay gente a la que le gusta viajar únicamente de manera cómoda (hospedándose en hoteles, comiendo en restaurantes todos los días o moviéndose en taxi) mientras que otros prefrieren ir de «mochileros». O quizás algo entre medias de los dos extremos, pero es necesario hablarlo antes de iniciar el viaje para evitar situaciones desagradables durante el mismo.
Duración
No es lo mismo convivir con una persona durante dos días que hacerlo 15 o un mes entero. Analiza los pros y los contras para determinar si merece la pena aventurarse o si seréis capaces de aguantar vuestros carácteres el tiempo que sea. Cuanto más dure el viaje, mejor deberás elegir.
Número de personas
Para mí, este es uno de los aspectos más importantes. Es simple lógica, cuanto mayor es el número de personas involucradas en un viaje, mayores son los problemas. Aquí se abre el abanico de la puntualidad, los diferentes gustos de cada uno, los que están cansados, los que no, los que quieren comer en un sitio determinado, los que no, los que no quieren o pueden pagar tanto, los que sí…
En definitiva, supone lidiar con personalidades que normalmente serán totalmente distintas (por suerte no todos somos iguales). Yo soy partidaria de grupos pequeños: mi número máximo ideal es 3 personas. A partir de 4 te deseo suerte y paciencia.
Malentendidos por el dinero
El dinero suele ser la causa de todas (o casi todas) las discusiones. A la hora de viajar en grupo, se pueden generar tensiones si no se ha determinado de antemano la distribución de los gastos o el presupuesto del viaje.
Fijación de presupuesto
Cuando viajan varias personas, lo mejor es establecer previamente en qué se quiere invertir el dinero, determinando el presupuesto que se dedicará a los alojamientos y su categoría (hoteles, hostales, albergues, AirBnb o couchsurfing), las actividades complementarias que se quieran realizar (como visitar las cuevas de hielo en Islandia) o museos y sitios de interés para visitar.
Anotando los gastos: Splitwise
Splitwise es para mí la mejor aplicación inventada hasta el momento. Esta aplicación permite crear grupos en los que deben estar todos los miembros que participan en el viaje.
El funcionamiento es el siguiente: cada miembro puede ir anotando los gastos que realiza por conceptos (por ejemplo, «primer pago hotel», «entrada museo» o «comida») en la moneda que se desee (hay más de 100 para elegir). De esta manera, la aplicación va haciendo un balance de lo que cada uno va pagando y al mismo tiempo simplifica las deudas, determinando quién debe a quién y la cantidad.
Pongamos como ejemplo un grupo de 5 amigos que van a visitar el museo del Louvre donde, ya de por sí, hay bastante cola. Es mucho más fácil que una persona del grupo se haga cargo del gasto de las entradas para los cinco, en lugar de que cada uno pague lo suyo. Al final de la compra, lo único que tiene que hacer esa persona es anotar en Splitwise el precio total y señalar los miembros entre los que se divide dicho gasto. De esta forma, se va creando un balance de lo que está pagando cada miembro.
Al final del viaje, podrás ver el balance final y sólo tendrás que «ajustar cuentas». Si se debe dinero a alguno de los miembros, la aplicación te dirá cuánto y a quién.
Revolut
Esta tarjeta te permite sacar dinero sin comisiones en el extranjero o realizar pagos al mejor cambio posible. Pero otra de las razones para amar Revolut es que su aplicación permite el pago instantáneo entre otros miembros de Revolut. Si todos los que viajan contigo cuentan con esta tarjeta, al final de viaje, una vez estén los balances hechos, podrás transferir el dinero que debes a tu compañero de la forma más rápida posible y gratis.
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Reparto de responsabilidades
Es muy común que, en cualquier grupo dentro de cualquier ámbito, existan personas que tienden a tomar las riendas del equipo por voluntad propia, a organizar más porque simplemente disfrutan con ello, y luego hay personas que tienden a dejarse llevar y se despreocupan más (no es una crítica, cada uno es de una manera distinta).
Por experiencia propia, recomiendo repartir las responsabilidades: esto significa no cargar el peso de todo sobre una sola persona, ya que no es justo ni es sano para el grupo. Al final, la responsabilidad en un único miembro resulta frustrante para el mismo y todos deberían poder despreocuparse y disfrutar del viaje por igual.
Bastaría con que cada uno aportase en la medida que pueda. Cuando viajo con mis dos mejores amigas, yo me encargo de organizar todo, buscar alojamientos, planificar el día a día, investigar sobre el destino…y lo hago feliz porque me encanta. Pero para aliviar el peso sobre mis hombros, una de ellas se encarga de cocinar (que le encanta) y la otra friega (que no es que le encante, pero lo hace de maravilla).
Empatía
Realmente necesaria. Sin empatía nada funciona. Si no eres capaz de entender que tu amigo no puede más con su cansancio, solo lograrás frustrarte. Es importante ponerse en el lugar del otro para poder llegar a un entendimiento común.
Como te decía al principio, viajar en grupo implica tener que convivir con otras personas. Y para convivir se necesita hacer uso de la empatía.
Los roces son inevitables: el poder de cómo gestionarlos es tuyo
Por último, es importante dejar claro que lo normal es que surjan roces entre las personas, por todos los motivos que he comentado anteriormente: distintos gustos, diversas personalidades… cada persona es un mundo.
Sabiendo que los roces son inevitables, lo único que te queda es la capacidad para gestionarlos y resolverlos. Si viajando chocas con tu mejor amigo, lo más aconsejable es comunicarlo lo antes posible y de la manera más cordial, para evitar una bola de enfado que se va haciendo cada vez más grande, hasta que explota. Encontrar una solución intermedia antes de que el malestar haya ido demasiado lejos es la clave.
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La compañía determina tanto o más la satisfacción del viaje que el destino propiamente dicho, desde mi punto de vista. He realizado viajes parecidos con compañías diametralmente opuestas: en uno he estado bastante incómoda y en otros he podido ser yo misma y disfrutar como nunca, a pesar de los pequeños roces o imprevistos que puedan surgir.
Quizás habría que pensar más el con quién que el dónde.
Cualquier lugar podrá ser objeto de experiencias gratificantes con la compañía adecuada 🙂
Toda la razón! Intervienen muchos factores, desde luego. Pero la compañía es ESENCIAL.